Por llamarte abeto dediqué un verso de amor.
Por nombrate, dejé mi sangre pegada a tu corazón.
Por mirarte, perdí mis sentidos en la humedad del monte.
Por contemplarte, morí de colores en la inmesidad de mi Pirineo.
Por sentirte dejé mis complejos olvidados en el vientre del valle.
Mirarte...
Extasiarme....
Contemplarte....
Esta es mi tierra,
la tierra húmeda de mi ser.
Roberto Pac
poesía registrada.
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