TRES RECUERDOS

Encontré en el desbán mi caballito de madera -Recuerdo primero
alegre y frio de madrugada
balanceé su cuerpo quieto de sombras
alegre y frío de madrugada.

Mis pasos me llevaron a tí
subiendo peldaños con luz de vida,
las ventanas abiertas me dieron bienvenida
y el mar del universo abrió la mañana.

Desenredo recuerdos abandonados
entre neurónas como caracolas de mar
balanceadas de memoria senil,
y la alegría envuelve confusión del viaje estrañado.

Ay, ay caballito de ojos saltones
por fín nos encontramos temblorosos
con la luz de la mañana,
que la noche aparcada queda
y la sonrisa penetra en mí
con primeros destellos del sol naciente.

Ay de mí, ay de mi,
que golondrinas retornan a sus nidos
y el otoño oscurecen mis recuerdos.

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La vieja casona estraña sola -Recuerdo segundo
en medio de escarchada soledad
bajo chopos elegantes de cielo subido
como herida del bosque de la señora blanquecina.

Enciende tu lumbre de rayos matutinos
que crueles pájaros de pico largo
trabajan como gusanos errantes
horadando tus cien años de melancolía.

Oh, señora, envuelve con embrujos la magia
de mis oníricos sueños
pues quiero consumirme entre brasas
de inquieto fuego con chasquidos de rojo y platino,
ya que mis manos las tengo atadas
y mis pensamientos los dejo en libertad
cada primavera de mi pubertad.

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Los balcones silbantes -Recuerdo tercero
adelanta invierno con palpitaciones
enterrados del frío invierno.

La gélida niebla esconde palabras
de la Dama del Bosque
entre soldados malheridos de crueles batallas.

Los chasquidos despojados bajo mis pies
enloquecen lujuria de sentidos
y la tempestad innundan nuestras vidas

hay una mueca de tristeza
que abraza el invierno
cuando el otoño brinda sus placeres
y la Dama duerme las horas de pico corto
cada estación del año.

Roberto Pac
Poesía registrada