Muriendo muero prisionero entre mis pensamientos, queriendo plasmar, con necesidad imperiosa, el silencio de mi memoria. Muriendo, Muriendo muero cautivo de mi sombra, entre dormidos versos de amor.
domingo, abril 22, 2012
DEL INTERIOR AL INFINITO
Dedicado a mi querido amigo Julio Aznar
Roberto
DEL INTERIOR AL INFINITO
MIRADAS.
Hace ya un tiempo Julio me dejó sus escritos por la Ruta Jacobea del 2010, unas letras que impactaron mi sensibilidad, y posiblemente nunca se dará cuenta el valor que tiene su Diario en estos tiempos tan faltos de espiritualidad, así, que como te prometí voy a intentar transferir a mi modo un día cualquiera del Camino que has realizado, no una vez, sino muchas, espero hacer justicia a tus experiencias y sensaciones vividas.
...
El día amanece con el lucero del alba, entre lagrimas de rocio y estrellas olvidadas de la noche oscura, el silencio es sustituido por la orquesta primaveral, el sol en su despertar acarica sus sienes cargadas de cordura viajera y las piernas cansadas del dia anterior rinden culto a sus pies curados con savia divina.
La mirada al horizonte obliga a su corazón cansado de caminar a entender el porqué hace este sacrificio, será quizás por levantar su orgullo mundano, o simplemente quiere ver la luz del infinito con cada paso realizado por el Camino de la gloria.
El albergue queda atrás, cada vez mas diminuto, como el fuego, vivo y brillante, para dejar paso a rescoldos de espera avivada por nuevos peregrinos, el camino empieza a andar, por montañas y cascadas de los valles sedientos de pisadas cargadas de silencio, ya que el silencio es parte de lograr el infinito, solo le acompaña entre sudores sus pensamientos abarrotados de vivencias
El sol llega con su plenitud a buscar la sombra del Apostol, con cañadas calientes de primavera y mirlos de pico de oro, solo el silencio es parte de su vida de peregrino y solo el sonido del rio es roto de silencio para creer el sentido de la vida.
La tarde obliga a aligerar sus pasos, con extrañeza, buscando reposo y comida caliente con su vara esquiva y herida de piedras y matorrates nacidos con venganza de la tierra rojiza de los antiplanos de su querida Galicia.
Y solo silencio, silencio del alma, silencio del atardecer por lograr un nuevo día de reflexiones.
Mirando desde su interior al infinito de la vida de Julio.
Roberto Pac
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2 comentarios:
Interesante texto.
Siempre es un gusto pasar por tu espacio.
Hola, bello e interesante texto, un placer leerlo, cuidate mucho.
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