Nací en la tierra
que me enseñó a amar la vida.
Tierra de hombres forjados
por el sol y la lluvia.
Vaivenes de sensaciones
acariciaron mi niñez,
sedienta como la vida misma.
Vientos de aromas,
acunaron mi sensibilidad abierta
en las noches estrelladas...
Entre la alegría de vivir
y la sequedad de mi ser.
Experiencias,
esperiencias....
Se aunaron entre olivos y castaños
en los días sin fin.
Atardeceres rojos de placer
hicieron vibrar el sentir de nacer,
como primaveras luminosas de sol.
Nací y viví...
Entre soles y lunas.
Esta es la tierra que me vio nacer
entre amapolas y trigales del Somontano.
Nota: en mis escritos y poemas, cuando nombro "Somontano", es el nombre de la Región de Huesca (Aragón), así como "Gratal y Guara", que son dos nombres de picos, o montañas, que rodean a Huesca.
2 comentarios:
Y es la tierra donde quedan nuestras huellas,el jardin con rosas con y sin espinas,la que nos abraza y nunca nos deja solos.
Un beso.
Son bonitas tus poesías.
Voy a seguir leyendote.
Gracias por visitar mi página.
un beso.
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