El alba llega con olor a lirios
presintiendo
el final de la noche oscura.
Baile de imágenes difusas,
se entremezclan
en el pozo sin fondo,
de los recovecos de mi memoria.
Destellos luminosos,
tan irreales como abstractos,
se entrecruzan
en las cuevas de mis ojos febriles.
Rostros con nombre propio
acompañan
el final,
en segundos tan largos,
que esperar resulta cruel.
El frescor del amanecer
deja abierto mi corazón herido,
y el alma,
cándida y amorosa,
flotar al alba se deja llevar.
El alba
amanece con olor a lirios tardíos,
entona el alba el canto del amanecer
con sonidos plañideros de campanas muertas.
3 comentarios:
Que hermoso poema es cierto que se mezcla la noche con la luz del alba, la luz del amanecer cura las heridas y los lirios aunque sean tardíos los arropa con su aroma.
Por cierto Roberto, ¿Donde puedo encontrar el poema que me sugeriste, de los sueños sueños son? me despiste... :(
Venga un besito y feliz día
Precioso tu poema. El alba tiene un embrujo sobre mí.Me encantan los amaneceres es como revivir.
Saludos
gracias trini por tu opinion
roberto
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