Recital de Poesía
5 de Noviembre de 2005
IGLESIA DE SAN MIGUEL DE FOCES
Buenas tardes Querido Público:
Tengo la suerte de presentarles hoy a un amigo. Un amigo al que muchos de Ustedes de sobra conocen como Roberto Pac, respetable ciudadano de Huesca y empresario hostelero.
Pero hoy quiero manifestar y dejar al descubierto su nueva faceta y su reciente personalidad como escritor y poeta.
En el recital en que presentó en Huesca su primer libro “El despertar de mis sentidos”, manifesté que para mí fue un auténtico milagro el que se había realizado en él, ya que después de años de conocimiento y sin nadie sospecharlo, me costa que ni él mismo, afloró de él ese tesoro guardado en su alma, ciertamente destinado al deleite de nuestros sentidos. Expresé también, referente a él, un símil a la poesía de Bécquer sobre el arpa olvidada repleta de notas dormidas y asegurando que muchas veces el genio así duerme en el fondo del alma esperando una voz que le diga “levántate y anda”.
Esta es la historia de Roberto Pac, empujado como por designio divino a la preciosa pero ardua tarea de escribir.
Impulso irrefrenable que requiere sacrificios, insomnios y zozobras pero que por la progresión en su todavía corta pero fulgurante carrera, sus cualidades y maneras le auguramos la miel del triunfo.
Conviene reseñar su prodigiosa inspiración (a veces mi cuenta que en ocasiones, generalmente en la soledad del monte ó en los atardeceres de Arguis, acuden a su mente agolpándose fantasías, versos y poemas).
Todavía no salgo de mi asombro, conociendo su cordura y cierta timidez, cómo se ha lanzado a volar sin miedo y sin rubor por los espacios y cielos incógnitos en que ya sin titubeos deja trazos y estelas de fuerte personalidad que reafirman su sensibilidad, su faceta artística y su vivacidad intelectual.
Quisiera destacar, aunque hoy tratamos de poesía, que Roberto es un prosista excepcional como podrán comprobar los que hayan leído sus escritos ya publicados en diarios punteros o regionales de España.
En la opinión de los que le leen, y la mía propia, es un crítico excepcional donde da a entender inteligentemente el motivo de la crítica, nadie se siente abiertamente ofendido y quien está en el punto de mira se siente ligeramente sonrojado ante la evidencia y al mismo tiempo como atrapado entre su sorna y su gracejo.
En este campo de la prosa, prepárense, que a no mucho tardar tendremos no pocas y agradables sorpresas.
5 de Noviembre de 2005
IGLESIA DE SAN MIGUEL DE FOCES
Buenas tardes Querido Público:
Tengo la suerte de presentarles hoy a un amigo. Un amigo al que muchos de Ustedes de sobra conocen como Roberto Pac, respetable ciudadano de Huesca y empresario hostelero.
Pero hoy quiero manifestar y dejar al descubierto su nueva faceta y su reciente personalidad como escritor y poeta.
En el recital en que presentó en Huesca su primer libro “El despertar de mis sentidos”, manifesté que para mí fue un auténtico milagro el que se había realizado en él, ya que después de años de conocimiento y sin nadie sospecharlo, me costa que ni él mismo, afloró de él ese tesoro guardado en su alma, ciertamente destinado al deleite de nuestros sentidos. Expresé también, referente a él, un símil a la poesía de Bécquer sobre el arpa olvidada repleta de notas dormidas y asegurando que muchas veces el genio así duerme en el fondo del alma esperando una voz que le diga “levántate y anda”.
Esta es la historia de Roberto Pac, empujado como por designio divino a la preciosa pero ardua tarea de escribir.
Impulso irrefrenable que requiere sacrificios, insomnios y zozobras pero que por la progresión en su todavía corta pero fulgurante carrera, sus cualidades y maneras le auguramos la miel del triunfo.
Conviene reseñar su prodigiosa inspiración (a veces mi cuenta que en ocasiones, generalmente en la soledad del monte ó en los atardeceres de Arguis, acuden a su mente agolpándose fantasías, versos y poemas).
Todavía no salgo de mi asombro, conociendo su cordura y cierta timidez, cómo se ha lanzado a volar sin miedo y sin rubor por los espacios y cielos incógnitos en que ya sin titubeos deja trazos y estelas de fuerte personalidad que reafirman su sensibilidad, su faceta artística y su vivacidad intelectual.
Quisiera destacar, aunque hoy tratamos de poesía, que Roberto es un prosista excepcional como podrán comprobar los que hayan leído sus escritos ya publicados en diarios punteros o regionales de España.
En la opinión de los que le leen, y la mía propia, es un crítico excepcional donde da a entender inteligentemente el motivo de la crítica, nadie se siente abiertamente ofendido y quien está en el punto de mira se siente ligeramente sonrojado ante la evidencia y al mismo tiempo como atrapado entre su sorna y su gracejo.
En este campo de la prosa, prepárense, que a no mucho tardar tendremos no pocas y agradables sorpresas.
Escuchemos los poemas de Roberto. Poemas que surgen de su ser como diamantes puros que se van modelando en finas metáforas; surgen de su espontaneidad inevitable. La vida, el amor y la muerte son sus pilares fundamentales.
Poeta sincero y noble; tenazmente fiel a sus impulsos, impregnados y aderezados de sus claros aromas pirenaicos, Gratal, Guara, las costumbres de su entrañable tierra, y como no, sus innumerables joyas arquitectónicas de las que hoy tenemos un formidable ejemplo en San Miguel de Foces, auténtico privilegio y marco envidiable para un acto como este.
Vamos a disfrutar del momento. Muchas gracias.
José María Guindano.
Poeta sincero y noble; tenazmente fiel a sus impulsos, impregnados y aderezados de sus claros aromas pirenaicos, Gratal, Guara, las costumbres de su entrañable tierra, y como no, sus innumerables joyas arquitectónicas de las que hoy tenemos un formidable ejemplo en San Miguel de Foces, auténtico privilegio y marco envidiable para un acto como este.
Vamos a disfrutar del momento. Muchas gracias.
José María Guindano.
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